miércoles, 17 de diciembre de 2014

Aventuras y desventuras del cante por granaínas



     En la gran mayoría de los créditos discográficos actuales que aluden a “granaínas” o “medias granaínas” existe una confusión alarmante. Naturalmente dicha confusión también afecta a la gran mayoría de aficionados y cantaores. Este equívoco, tan fuertemente arraigado en el flamenco desde los años viente, consiste en denominar “media granaína” a la “granaína” y viceversa. Trataré de explicar cómo hemos llegado a semejante enredo.

Canario Chico

           

   Gracias a la recuperación y edición de los registros sonoros que van surgiendo, tesis como ésta adquieren una solidez que dificultan la controversia. Uno de los primeros documentos sonoros de la granaína es una placa grabada hacia 1900 por El Canario Chico, también conocido como Sr. Reina. Bajo la etiqueta de “Granadina Nº1” interpreta la letra “Viva el puente del Genil” con la melodía actual pero con el ritmo abandolao, esto es, la granaína en su fase primitiva. La segunda letra es un remate lucentino, muy próximo a lo que hoy conocemos como Fandango de Rivas o de la calle Rute.




    Antonio Chacón por su parte, nos dejó la granaína tal como nos ha llegado hoy (con igual melodía pero sin el ritmo abandolao que presenta la del Canario Chico), y aportó además la media granaína, de creación personal. Chacón etiquetó “Viva el puente del Genil” y “La que vive en La Carrera” como Granaínas; y “Engarzá en oro y marfil”, “Fue porque no me dio gana”, “Serrana, que te olvidara” y “Eso nunca lo diré” como Medias Granaínas. Hasta aquí todo bien.



           
    Aparece Manuel Vallejo. Graba en 1923 la granaína “Viva el puente del Genil” y en 1925 “Que le llaman la Alcazaba”, que años después también grabó Tomás Pavón. En el año 1926 graba como media granaína “La flor que amaba”, la misma que dos años después grabó Manuel Torre. Sin embargo, ese mismo año (¿confusión en el rótulo del disco?) graba de nuevo “Viva el puente del Genil”, pero esta vez… como “Media Granadina”. Aquí arranca la confusión y apenas habrá ya marcha atrás ni propósito de enmienda.

Manuel Vallejo con la Niña de los Peines y Niño Ricardo
           
     Las medias granaínas y granaínas de Chacón fueron registradas por cierto en 1928, con Ramón Montoya y Perico del Lunar en distintas grabaciones. Los rótulos de sus placas son los correctos. Como también fue correcta la rotulación del cante que haría al año siguiente Juanito Mojama en su soberbia versión de la media granaína “Rosa, si no te cogí”. Aunque, por lo que se ve, ya era demasiado tarde para enderezar el entuerto creado con la etiqueta del disco de Vallejo.

Juanito Mojama
           
     Como he indicado antes, Tomás Pavón graba en 1928, junto al Niño Ricardo, la granaína “Que le llaman la Alcazaba” con el rótulo también de “Media Granadina”, y la hermana, jaleándole antes de que arranque a cantar, le dice: “Vamo a vé esa media granaína con grasia”. O lo que es lo mismo, la confusión había traspasado ya el supuesto despiste en los rótulos; los mismos cantaores ya la habían interiorizado y se quedó casi definitivamente instalada. Hasta hoy.


Tomás Pavón


           
    Aunque no todos los cantaores, sin embargo, andaban confusos con los términos. En unas grabaciones caseras de Aurelio Sellés, sacadas a la luz por David Palomar y Antonio Barberán en el blog Callejón del duende, antes de comenzar el cante comenta el maestro gaditano: “El cante es media granaína y malagueñas de Enrique el Mellizo”. Se trata de la media granaína al estilo de Marchena, adaptada por supuesto al temperamento del cantaor gaditano.


Aurelio Sellés
                

    De nada serviría tampoco que la mismísima Antología del cante flamenco (1955) de Hispavox, supuestamente reconocida y celebrada por toda la afición, etiquetara correctamente la versión ofrecida por Jacinto Almadén (“Media granaína y Granaína”). El profesor Tomás Andrade de Silva expuso en el libro que acompaña a los discos, aunque de modo incompleto, ya que no tuvo en cuenta la diferenciación melódica entre ambos cantes, la siguiente observación:
“Esta granaína entera se diferencia de la media en que agranda y alarga considerablemente el tercio terminal, realizando una difícil y bella modulación para concluir”.


    Finalmente, por si hubiera alguna duda más, consúltese la antología Historia del cante flamenco (1968), de Juanito Valderrama, nada sospechoso de haber sido un ignorante en esto del flamenco, quien en este trabajo sigue la etiquetación chaconiana, en donde la distinción entre los dos cantes es satisfactoriamente nítida.



   Pues, dicho esto, ya sabemos y a tiempo estamos: rectificar es de sabios y nunca es tarde… Si por las etiquetas vino la confusión, por las mismas etiquetas puede venir la enmienda. Sólo es cuestión de que los cantaores tomen conciencia y rotulen correctamente los trabajos que vayan lanzando.



3 comentarios:

  1. Dani, está también la "media granadina" que algunos atribuyen a Juan Perea, el padre de Pepe Marchena. De ella he hablado varias veces en mi blog, pensando inicialmente que era de Morente y después averiguando que era de Marchena. Volveré al tema porque se ha encontrado una grabación muy anterior.

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  2. Andrés, he estado escuchando la versión de Varea de la media granaína que usted a subido (es la primera vez que la oigo). Muy bien cantada, por supuesto, como todo lo que tocaba Varea. Qué pedazo de cantaor (¡cuánto le gustaba también a mi padre, moría con él!). Si no me equivoco, esta media granaína de Marchena fue la que luego tomó Aurelio para introducir la malagueña del Mellizo.

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  3. muy buen artículo y es completamente veraz. No hay más que leer las etiquetas impuestas por las casas discográficas a esos cantes desde el canario Chico o Chacón hasta la fecha y escuchar los cantes

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